miércoles, 1 de diciembre de 2021

Un largo mal viaje

 Atravesar lo oscuro sin darse cuenta. Noche de día aunque el sol brilla.  Vivir entre lo tóxico sin tener mascara, confundirlo con aire puro. Inhalarlo hasta las entrañas, ya está adentro, ya corre por la sangre, perdimos sin darnos cuenta.

La pandemia como revolución, convivir en cuatro paredes que comenzaron a achicarse en un confinamiento que empezó a ser obligatorio mucho antes.

Noches oscuras, frías, lejanas. Borrosos recuerdos de lágrimas tristes. Angustia en el pecho que duele y llorar, llorar hasta desplomarse con golpes que duelen, fuertes e inesperados. 

Abrazos que nunca llegan, “te amo” que explotan en trizas contra la pintura blanca. El sillón como cama, una recurrente pesadilla. Nada va a estar bien.

Jugar con lo ilegal, atravesar el abismo desafiando el borde, no poder pensar ni escuchar nada por la música extasiada.

Escapar del dolor anestesiando la vida, respirar humo para salir corriendo con la mente. Caer en un vacío pensando que estaba lleno. Perder la magia, perder la química, perder la consciencia, perderlo todo.

Vomitar. Vomitar si parar en plena calle. El corazón al palo en un cuerpo que intenta de forma misteriosa advertir que algo está podrido.

Afuera hay sol, adentro sigue todo oscuro.  Un arrebato de realidad. Un cachetazo más, otro golpe y todo negro. Lágrimas de disculpas, una amanecer en vano. Café con leche cortada demarrado por el piso, se contiene la arcada, de limpia y se sigue como si nada.

La última mano en alto, a plena luz del día. Palabras que ya no alcanzan. Lluvia de polvo. Polvo blanco que derrite y quema todo como un ácido. 

No poder despertar de ese amargo viaje. No poder dejar de pensar que es hora de correr en sentido contrario, desconocido. Pero es complicado pegar el portazo.

Te sacaron del juego, te borraron a tiempo. Ilesa gracias a la mala suerte que te acecha desde hace un par de años. 

El dolor sigue en la mente, el tiempo hace a los recuerdos más pesados y al altar más alto. El mundo gira más lento y sin gracia.

Sacudir el polvo para volver q tener brillo, el mal viaje llegó a destino.