viernes, 30 de enero de 2015

Breve historia de verano

La pasión se perdió, como ella en la multitud luego de despedirse.
Como todas las historias, esta empezó por casualidad. Él se animó a mirar un poco más allá de lo que los ojos pueden ver, ella se animó a darle su número de teléfono.
Se aventuraron en le misterioso mundo de conocerse, en donde lo prohibido sale a flote y lo desconocido atrae.
Sacudieron la arena que traían los zapatos y se mezclaron. Se despojaron de los prejuicios; se divirtieron; se cuidaron; se animaron.
Una copa de vino, la música de algunas guitarras y un amanecer en la playa, único e irrepetible, fueron suficientes condimentos para que ella pueda recrear ese encuentro cada vez que cierre los ojos y suba a tomar aire a la terraza.

Un beso cálido, un abrazo tibio y un hasta siempre frío, marcaron el final de ese caluroso verano.