domingo, 13 de diciembre de 2009

hoy, duele...

Como duelen los cachetazos inesperados que te da la vida.
y, duele más aún cuando algo que no querías ver se vuelve realidad...

"Como duele, ese vacío tan grande en el pecho, ese dolor que parece ahogarnos, esa tristeza tan profunda que hace de nuestros días momentos grises, y por supuesto esas lágrimas que son la constancia de algo tan impredecible"...

domingo, 26 de julio de 2009

Como

Como un giro de una rueda, como una vuelta que uno no se espera, como una teoría que se desarma sola en un papel al no obtener respuestas.
Como la locura que desprende del alma de un profeta. Como una mano que se desgarra ante un fuerte golpe. Como un dolor en el pecho que oprime la respiración.

Como una noche vacía y fría, como una mirada perdida, como una pelea sin razón.

Como con tanta facilidad para decir "adiós" y que no se le desgarre el corazón.
Como un ruido que nadie escucha, como un silencio en medio de la nada.

Como una llama en medio del agua, como un solitario en busca de algún amor.

Como la vida sin sentido, como aquella mancha amarilla perdiéndose en la pared, como una noche por delante.

Como una bar medio vacío, como un sentimiento perdido.

Como un pucho a la mitad, como la vida que se va. Como las palabras en tu boca, como la despreocupación de tu guardarropas.

Como estas lágrimas que se desparraman, como este "hasta siempre" que se marcha.

viernes, 24 de abril de 2009

Tiempos indecisos



La noche se iba yendo en horas.
La espera comenzaba a hacerse insoportable.
Aquel mensaje no llegaba y, no tenía muchas ganas de hacerlo.
Preparada como para matar, anunciando a los cuatro vientos un encuentro que se frustraría en tan sólo un momento.

Se encuentra en la encrucijada más grande en el momento más raro...
¿Qué hacer?, ¿qué pensar?, ¿dónde ir? ya no hay brazos que la abrazaran, ya no hay ninguna respuesta, ya no están los que solían estar a su lado.
Está sola, piensa y una copa de vino la lleva a sus más tristes recuerdos.

La noche se va entre el frío que cubre la ciudad,
quizás la suerte jugó una carta, pero está en otra mesa.
Hoy sólo te espera ese insomnio revelador
que te muestra que decir palabras importantes
llevan aparejados momentos de tristeza.

Arriesgar es parte del juego.
Aquel juego donde no sólo el ancho de espada es el ganador.
El miedo a perder puede hacer que equivoquemos, pero sólo hay que aprender a dar la carta correcta, la palabra exacta en el momento indicado.
Nunca es tarde, pero tampoco nunca es temprano....